Todavía tengo la carne de gallina. Hoy es uno de esos días en los que haces un alto para revisar las gafas a través de las cuales ves el mundo. Hoy he revisado mis gafas. Y lo he hecho incitada por alguien a quien apenas conocía, Arturo Pérez-Reverte. Más que vergüenza, me da rabia no haber conocido antes a este escritor y ex periodista, pues las palabras que hoy salían de su boca dejaban la mía entreabierta. Esta mañana, en el Aula Magna de la Facultat de Ciències de la Comunicació de la UAB, a pesar de no ser muy grande, no quedaba butaca vacía para uno más. Incluso el suelo acogía las miradas de quienes como yo, olvidaban el frío suelo sobre el cual se aguantaban las miradas que se posaban fijas en el escritor.
El comienzo ya predecía un coloquio sorprendente, pues ha amasado el término que según él es clave para mirar el mundo de forma lúcida, 'la cultura'. Quien ha construido un mundo a través de los libros, quien conoce historias y personajes que puede encontrar en el mundo real, está preparado para vivir la realidad. En el momento que ha asegurado que él se lanzó al mundo con la intención de encontrar esos lugares y personajes que había leído antes, he tenido una reminiscencia de lo más intensa. También yo los buscaba, también yo quería creer que en la vida existen esos personajes 'el villano, el cobarde, el héroe, las chicas, los viajes...' Un escalofrío me recorría de mis fríos pies hasta mi serena cabeza cuando aplicaba la teoría a situaciones de la vida real. 'Amamos a alguien sabiendo que ese amor puede terminar, volamos en un avión sabiendo que puede fallar'. Empecinado lo defendía, cuando su compañero de mesa, Jacinto Antón -periodista actualmente de El País-, le preguntaba que si era capaz que amar a alguien sabiendo que ese amor iba a terminar. Lo que además ha llevado al escritor cartaginense a relatar una anécdota fidedigna a su filosofía. Y es que, según nos contaba, una vez hizo un viaje en avión, y parece ser que hubieron fuertes turbulencias, por lo que la gente se alarmó bastante y comenzó a gritar. 'Pensé que toda la vida preparándome para morir dignamente y al final voy a morir entre gente gritando'. Él, que tenía asumido que los aviones pueden fallar, pueden estrellarse. Él no gritaba, y sin embargo, conocía los posibles finales de ese episodio.
Reverte lanzaba su visión particular del periodismo al que nos dirigimos, un periodismo 'que ya no conmociona' y del que se desprendió hace unos 20 años. La propia experiencia daban la veracidad a cada una de sus expresiones, ya que éste ha relatado cómo se mediatizó el conflicto de Sarajevo, cuando pasó allí tres años viviendo toda serie de situaciones y las más desagradables experiencias de su vida. 'Yo enseñaba a los muertos, a las mujeres violadas, a los niños mutilados... Y todo eso conmocionaba sólo unos segundos'. Es triste pensar que algo tan impactante se pueda quedar en el olvido al cambiar el canal de televisión. Pero es así, sucede que el corresponsal se ha convertido en lo que las empresas quieren, 'quieren bustos parlantes, que cuenten lo que está pasando que te llega por una nota de prensa y no cómo se está viviendo'. Si bien ha asegurado que los periodistas están bajo las órdenes de las empresas, que el mundo empresarial abduce al de la información, también ha afirmado que los periodistas que asumen que esta es la realidad y aún así luchan por el buen periodismo, se sentirán satisfechos de conmocionar a aquellos que les quieren. Solo a ellos. A tus familiares y amigos que se preocupan de si estás vivo mientras caen detrás de ti civilizaciones y años de lucha por los derechos humanos.
Cómo no, las redes sociales han salpicado en esta conferencia. Da miedo el twitter, 'ya no puedes tener una charla entre amigos, dices algo y al día siguiente te sacan en el informativo'. Cierto. Soy de la generación internet pero creo, al igual que Reverte, que han desplazado al periodista de la esencia de su trabajo, ya que ha desprestigiado el cómo sustituyéndolo por el qué. Ha tocado mi fibra. El periodismo al que quiero dedicar todas mis emociones es al que sea capaz de conmocionar, de provocar sensaciones, de trastocar a una persona y no dejarla indiferente. No quiero ser un altavoz de un teletipo. 'Eso dependerá de las bocas que tenga cada uno por alimentar'. Bravo.
Que envia més sana tinc! Va ser tot un espectacle per lo vist, no? :P
ResponderEliminarBesets perla, no saps com et trobe a faltar.
Mire! Va ser increïble, t'ho assegure... Hauries gaudit moltíssim!
ResponderEliminarJo també et trobe a faltar, i més en aquestes cosetes, que sé que hauríem estat juntes escoltant a aquest crack.
Besets bonica, i gràcies per escriure'm :)