jueves, 21 de febrero de 2013

De ésas pero de ninguna

Puedes intentar sorprenderla y, cuando lo hagas, ella será la que te sorprende a ti. Hay personas con las que sientes que algo idéntico a lo propio fluye por sus venas. Ella es una de ésas, pero de ninguna. Cada persona es especial de forma distinta, pero ella es especialmente especial. Ella es una de ninguna, y a la vez, de las que asalta a tu pensamiento cuando menos lo esperas y esbozas una sonrisa al recordarla. De ninguna y a la vez, de las que piensas que no importa la cantidad de tiempo que la conozcas, ni la distancia que te separa de ella, que sientes conocerla intensamente. Imprecisa, sin fin. De ninguna y a la vez, de las que, si se enterara Tarantino, sus guiones llevarían su huella. O Tarantino, o Fincher, o Nolan. De las que protagonizaría aventuras, voltearía dramas, giraría romances, y rompería rimas. De ninguna y a la vez, de las que escuchando a los Kooks, se mueve en su propia dirección. De las que, sea Sunday o no, ella lo hace, ella se pone en tu lugar. De las que, esperando un sunny day, cuida de ella misma. Porque quiere. Ella es de ésas, pero de ninguna. De las que siendo tan pequeño el universo, te preguntas cómo pudo caber allí. De las que habla claro y siente espeso. De las transparentes, ella es agua. Ella es una de ésas y de ninguna. De esas que no luchan sino ganan, de las que no pierden sino aprenden. Ella no camina sino vuela, no duerme sino sueña. Dale una bici y pedaleará el mundo, dale unas zapatillas y correrá el cielo. Dale el mar y bañará la Luna. El hielo que congela el fuego, la llama que derrite el hielo. Mírale, y verás Granada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario